La Fiesta de la Urta de este año se despide con un magnífico balance, tras cuatro noches de plazas llenas, con un estupendo ambiente vivido en los distintos enclaves y con el éxito de los distintos conciertos y actividades que han llenado esta fiesta de atractivos para todas las edades.
Las calles y plazas del centro, la avenida San Juan de Puerto Rico y todo el entorno del casco histórico se han convertido en estos días en un hervidero de actividad y de público, que vuelven a refrendar la Fiesta de la Urta como una celebración de primer nivel del verano roteño tanto para vecinos como para visitantes.
Desde los espectáculos infantiles y la zona de atracciones para los más pequeños, hasta las sesiones de DJs que en la noche del sábado llegó a concentrar a unas 5.000 personas en todo el entorno de la plaza 470, la Fiesta de la Urta hizo disfrutar y vivir intensamente estas noches de agosto.
Todo ello, contando además con otras propuestas más que destacadas como los conciertos ofrecidos por de la banda municipal de música, por el grupo de sevillanas Malandar o por la Década Prodigiosa en la plaza Bartolomé Pérez; y la oferta gastronómica de las hermandades y la actuación de la orquesta Blue Sound en la plaza de la Merced, que llenaron hasta la bandera estos dos enclaves.
La singularidad de esta fiesta, que se inició con la entrega de la Urta de Oro 2025 a la Asociación Ruta del Vino y el Brandy del marco de Jerez, se vio potenciada este año con novedades en el Concurso de Urta a la Roteña que despertaron la expectación de mucho público que además de ver los platos preparados y poder degustar las urtas presentas a concurso, tuvieron por primera vez la oportunidad de ver en vivo y en directo, cómo se cocinaban las urtas por parte de los participantes, en el Mercado Central.
Con todo, Rota volvió a demostrar que sabe disfrutar y compartir sus tradiciones con vecinos y visitantes, y que la Fiesta de la Urta, declarada de Interés Turístico de Andalucía, cumplió este año su 55 aniversario más viva que nunca, formando parte de nuestra identidad, siendo una cita imprescindible en el calendario de vecinos y visitantes, y de un sello inconfundible de las tradiciones y el verano roteño.
